Arte contemporáneo y performance 3/3
- Emilio Santisteban

- hace 7 días
- 6 Min. de lectura
Emilio Santisteban.
Charla en Diálogos interdisciplinarios sobre arte contemporáneo del
Grupo de Investigación en Arte y Estética del Centro de Estudios Filosóficos PUCP.
8 de junio 2017, auditorio de la Facultad de Arte y Diseño de la PUCP.
Performar la performatividad
Restauración de la Conducta Richard Schechner | Communitas Víctor Turner |
Representación sin Reproducción Peggy Pelan | Performativo John Austin |
Richard Schechner propone la performance como Restauración de la Conducta. Implica que la performance, sea estética artística o cultural social, se construye mediante comportamientos pautados y repetidos. Una performance siempre es una reiteración ritual, encontrando en la repetición y progresiva transformación aunque sumamente pautada, la
fuerza simbólica de convenciones reactivadas, transmitiendo tradiciones, pero también explicitando y negociando conflictos. Los comportamientos son externos a la persona, quien puede tomarlos y usarlos, modificarlos en relación a su origen temporal y contextual, siendo este el campo creativo de la performance desde la conducta. Es un concepto que se centra, a mi entender aunque aparentemente en el cuerpo, precisamente en lo externo al cuerpo que es su epifenómeno, el comportamiento, subrayándolo al considerar que dicho comportamiento está allá afuera de este cuerpo para ser recodificado. En Los Adioses, los músicos tienen un comportamiento suspendido en latencia fuera de ellos en la partitura; es un comportamiento que en la ritualización dada por estar escrito en el papel como si estuviera escrito en los tiempos se hace comportamiento-de-músico, y por lo tanto el músico se representa a sí mismo asumiendo la conducta que lee en la partitura.
Peggy Phelan propone que la performance es Representación sin Reproducción, un acto que siempre se realiza por única vez. Puede parecer opuesto a la Restauración de la Conducta, pero Phelan no afirma que las performances no puedan repetirse sino que toda repetición es una nueva representación que no puede reproducir la realización previa porque la performance adquiere sentido en el ahora, de modo que cada repetición será otra performance porque su sentido será el de su propia situación, circunstancias, contexto y sujetos. Otro aspecto del concepto de Representación sin Reproducción es que para Phelan esa fugacidad es política en tanto puede hablar de desaparición, lo que podríamos entender como desaparición en sí misma pero también como negación, negación de la dignidad, del derecho o de la vida por ejemplo. Es obvio que la desaparición progresiva de los músicos junto con la música en Los Adioses es política porque deja al príncipe sin el arte del que disfruta (recordemos que pide una composición nueva cada día) y al mismo tiempo lo despoja de esas propiedades suyas que son los sirvientes que tocan para él.
Para Víctor Turner, la performance, en su caso enfocada en lo social y no en lo artístico, no se realiza si no se da una situación de suspenso del teatro social, es decir de las relaciones jerárquicas y sociales. Dicha situación de suspenso es lo que llama Communitas, en la que se da una Liminaridad o tránsito en que lo terreno se hace celeste, lo muerto se hace vivo, el que manda se hace el que obedece y viceversa. Y es que para Turner performance está ligado a parfournir, que significa “completar”, y la sociedad se completa en sus procesos de negociación de conflictos, sanación de crisis, etc. a través del ritual que da paso al communitas. Los roles y las jerarquías pueden suspenderse e incluso invertirse ceremonialmente. Los Adioses ponen en el teatro en 1772, aunque no seguramente en las cientos de miles de ejecuciones posteriores, un communitas dramático bien manejado con el aparente humor de la situación, dejando al príncipe sin su jefatura en ese momento, y liberando a músicos que no gozan de libertad.
Un cuarto concepto que encuentro articulable a los anteriores es la noción de performativo propuesta por John Austin. El performativo es una expresión de procedimiento complejo que, en vez de describir, afirmar o representar una idea o hecho, produce un cambio psíquico y de comportamiento entre los implicados en una situación completa. Es un enunciado comunicativo articulado alrededor del lenguaje pero que está integralmente constituido por la situación en que se emite y por el significado que portan en él las personas que participan. Se trata de un enunciado ritualizado en el sentido de que todos los participantes conocen sus respectivos roles en la comunicación así como el procedimiento convencional de dicha comunicación. Por lo anterior, el enunciado performativo modifica la situación en que se emite y modifica a las personas que participan. Un ejemplo que Austin desarrolla es el matrimonio, que cuando es real y no una escenificación de telenovela, transforma a los solteros en casados y a los asistentes en testificantes sociales.
Performativo | Infortunio |
Emisiones personas, circunstancias y efecto predeterminados | Mala apelación |
Personas y circunstancias apropiadas | Mala aplicación |
Procedimiento convencional correcto (rito) | Acto viciado |
Procedimiento completo | Acto inconcluso |
Pensamientos y sentimientos convencionales del procedimiento | Acto insincero |
Comportamientos convencionales del procedimiento | Acto hueco |
Aquí el detalle de las condiciones del performativo: el procedimiento convencional es plenamente aceptado, con ciertas emisiones por parte de ciertas personas en ciertas circunstancias e inclinado hacia cierto efecto y no otro; a su vez, las personas y las circunstancias particulares deben ser las apropiadas para el procedimiento particular. Todos los participantes deben llevar el procedimiento en la forma convencional correcta, bajo el rito; y esta forma correcta del rito debe ser seguida de modo total en todos sus pasos. El procedimiento requiere de los participantes que en los hechos éstos cumplan con ejercer ciertos pensamientos y ciertos sentimientos incluidos por la convención del procedimiento y no otros o su simple ausencia; e igualmente requiere de los participantes ciertos comportamientos también incluidos en la convención. En la primera ejecución de Los Adioses en 1772 la modificación de los comportamientos habituales (la Conducta Restaurada) de los músicos está en realidad pautada por una regla mayor del procedimiento que es la de obedecer lo que anote la partitura; y huelga ya insistir en las situaciones de época y de lo que en ese verano concreto estaba aconteciendo con los músicos para recordar la relación de pertinencia entre procedimiento, situación, participantes y objetivo modificatorio del procedimiento.
Cuando alguna de las condiciones del performativo mencionadas, cualquiera de ellas, no se cumple, Austin nos dice que no estamos ante un performativo y no ha habido transformación alguna. A estos fracasos de performativo los llama infortunio, un concepto injustamente olvidado en las preocupaciones teóricas y prácticas alrededor de la performance. Los infortunios pueden ser por desacierto cuando no hay procedimiento establecido (mala apelación), cuando éste es impertinente a la situación, contexto o personas (mala aplicación), cuando el procedimiento es violado en la forma de alguno de sus pasos (acto viciado) o cuando no se concluye hasta el último paso (acto inconcluso). Los infortunios también pueden serlo por abuso, esto es cuando se fingen los sentimientos y pensamientos durante el procedimiento (acto insincero) o cuando se incumplen los comportamientos subsecuentes esperados (acto hueco).
Me interesan el performativo y su contrario el infortunio porque, bien mirado, resulta siendo como la estructura de relaciones y comunicaciones que se halla detrás y condiciona que tengamos una Conducta Restaurada realmente (el procedimiento con todas sus condiciones), una verdadera Representación sin Reproducción (la pertinencia del procedimiento en el contexto, la situación y en relación a los participantes en cada repetición específica), y un pleno Communitas (finalmente, que la transformación que persigue el ritual o el procedimiento pautado se cumpla, que haya alguna clase de transferencia o Liminaridad entre participantes). Por ello es que me permito afirmar —aunque por esta vez no lo desarrollaré pues el tiempo es insuficiente—, que mucho de lo que el sistema del arte contemporáneo distribuye bajo el nombre de performance no es tal cosa, sino infortunio en algunas de sus seis formas, dado que la no existencia de performativo deja sin sustento cualquier retórica performera de museo. Puede incluso discutirse la universalidad de la noción de Conducta Restaurada, pues no hay segundas veces sin primeras y toda práctica se ha instaurado un día; puede también objetarse que siempre la performance sea única, porque las situaciones mismas pueden ser a veces cíclicas y si lo social puede volver a vivirse su performance también; a veces las ritualidades no conllevan communitas porque la comunidad que las desempeña es tan homogénea (un asilo de ancianas por ejemplo) que ya casi no hay jerarquías que suspender o invertir. Lo que no puede dejar de haber en una performance es concernimiento en las cosas que ocurran entre los participantes, y ese concernimiento se construye a través de todas las condiciones descritas del performativo.

No he alcanzado lo que ofrecí inicialmente para esta charla: cerrar exponiendo el Modelo de Performance que se deduce de mi análisis. Espero poder hacerlo en otra ocasión, pero el análisis precedente, basado adrede en casos no oficialmente reconocidos como arte de performance, obliga incidir en detalles y remarcar mediante redundancias. Sólo
añadiré que la propuesta que tengo por hacer, a la que llamo Sistema Performance, ordena, por decirlo así, “la paleta” del performer y, a partir de reunir los fragmentos existentes en prácticas atomizadas, amplía también dicha paleta a la par que libera, creo yo, a la performance de varias de sus ataduras: una de ellas la dependencia de la historia reciente del arte contemporáneo, otras las de su esclavitud de servicio al cuerpo espectacularizado del artista y su supuesta deuda con la inmaterialidad y la fluidez temporal. Si la performance antes fue liberación, ahora debe emanciparse de sus propios pastiches..
08/06/2017. Diálogos interdisciplinarios sobre arte contemporáneo. uditorio de Arte (I112) – Facultad de Arte y Diseño, campus PUCP. Grupo de Investigación en Arte y Estética.








Comentarios